TM – La meditación trascendental

Cómo se practica la Meditación trascendental

Apartado que John White le dedica en su libro “¿Qué es la TM meditación trascendental?”

Dije antes que no hay nada que pueda sustituir a la experiencia directa, y esto es lo que intentaré proporcionar ahora al lector. Las instrucciones siguientes están basadas enteramente en mi experiencia personal de la TM. No hay aquí nada de zen, nada de meditación sobre la luz o el color, como sucede en el budismo tibetano, ni de concentración en los latidos del corazón, ni de contemplación de un mandala.

Pero debo remarcar que se trata de una experiencia de TM simulada. No de la auténtica. Vamos a probar con la marca X, por así decirlo, puesto que, teóricamente, la TM sólo puede enseñarla un instructor preparado, lo cual yo no soy.

La instrucción comprende varias conferencias preliminares y una ceremonia de iniciación, seguidas de algunas charlas de grupo. Los instructores dicen que el proceso de aprendizaje es algo muy sensible, que implica un montón de factores sutiles, que nunca se puede adquirir una idea veraz de lo que es la TM por medio de la lectura. He aquí por qué la tradición es oral; la necesidad de un instructor, dice la gente de la TM, es fundamental. Probablemente el Maharishi consideraría que, al hacer esto, estoy violando la integridad de su misión. Si es así, acepto la acusación (que es la que me dirigió un instructor cuando presenté esta «experiencia simulada de TM» a un público ante el que conferenciaba sobre meditación). Mi respuesta a esta gente es que el conocimiento de lo que conlleva la TM -el modo en que funciona- puede ser útil a los que la desconocen para decidir si les sirve o no.

Creo que con estos comentarios basta para situarse. Pero, antes de empezar, quiero añadir dos observaciones generales sobre cuando no hay que meditar.

No medite después de comer. Puede intentarlo si quiere -no le va a matar-, pero lo más probable es que se duerma.

El cuerpo se ha movilizado para digerir la comida, lo que significa que está dirigiendo mucha sangre a la región abdo-minal. El flujo sanguíneo del cerebro disminuye, por lo que no recibe tanto oxígeno, dando la típica sensación de mo-dorra. Ésta es la razón por la que, a menos que espere una hora o dos, acabará medio dormido si trata de meditar.

No lo haga, tampoco, inmediatamente antes de irse a dormir, a menos que desee permanecer despierto la mitad de la noche. Después de meditar, la mayoría de personas se sienten completamente despejadas y llenas de energía, aunque la meditación no debe verse como un sustituto del sueño. Si pasa media noche sin dormir por haber meditado en el momento de irse a la cama, al día siguiente lo notará.

Para hacer esta práctica de TM simulada, siéntese en una silla o lugar cómodo. Siéntese derecho, pero no rígido. Los yoguis dicen que la espina dorsal es la línea de la vida, y, durante la meditación, debe mantenerse el principal canal de energía del cuerpo -la espina dorsal- libre de cualquier curva o torsión causada por una mala postura. Al practicar la TM puede sucederle que se relaje tanto que se caiga hacia un lado, o que la cabeza se le incline hacia el pecho. No importa. Pero si se da cuenta, mientras medita, de que algo de esto sucede, vuelva a adoptar suavemente la postura correcta.

Puede tener los brazos cruzados o reposando en su regazo, lo que le resulte más cómodo. Si alguna parte de su ropa le aprieta, aflójela para que la respiración o la circulación de la sangre no se vean constreñidas. Respire por la nariz, a menos que exista alguna razón importante para no hacerlo. La respiración nasal es preferible a la bucal en casi todas las circunstancias de la vida, y especialmente durante la meditación. La mayoría de las personas mantienen los pies en el suelo mientras meditan, pero, si lo desea, puede sentarse con las piernas cruzadas, al estilo yogui.

Puede meditar en casi cualquier sitio, interior o exterior. Yo fui iniciado en la TM en un pequeño apartamento de New Haven, desde el que se oía el ruido de los automóviles y los gritos de los niños que jugaban fuera. Si decide practicar seriamente la TM, deberá acostumbrarse a ignorar los ruidos.

Pero, para esta prueba, es mejor escoger un lugar interior, con luz no muy brillante, a poder ser sin ruidos. Asegúrese de que no van a interrumpirle -descuelgue el teléfono y envíe a los niños (si los tiene) a jugar a otra parte, con instrucciones de no molestarle durante media hora.

La TM prescribe que hay que meditar cerca de veinte minutos cada vez. Debe tener un reloj colocado de tal modo que pueda verlo fácilmente sin tener que cambiar de posición, puesto que la meditación tiende a sacarle a uno del marco mental en que se tiene una noción del tiempo. Puede abrir ligeramente los ojos para ver cuánto tiempo ha trans-currido. No se sorprenda si cree que sólo han pasado tres o cuatro minutos y, cuando abre los ojos, ve que han sido quince. La meditación actúa de este modo. (Con sólo un poco de práctica, desarrollará el sentido de saber cuándo ha de dar por terminada la sesión, y ya no le será necesario el reloj.)

Y ahora el mantra. Uno de los nombres hindúes de Dios es Ram, pronunciado como rimando con «bomb». Ram o Rama -son intercambiables- es el héroe del poema épico hindú Ramayana. En esta meditación utilizaremos el nombre de Ram. La gente de Hare Krishna lo utiliza para cantar Hare Krishna, Hare Rama. Si se hubiera educado en la India, el nombre tendría para usted un gran significado, y si ha visto la película Nueve horas para Rama, sabrá que ésta es la última palabra que Gandhi pronunció al morir asesinado.

Pero, ya que este nombre es casi desconocido para la cultura occidental, servirá como sonido no significativo para nuestra prueba de TM simulada. (Incidentalmente, en nombre de Ram ha sido mencionado favorablemente para este propósito por dos gurus famosos en el panorama espiritual con-temporáneo: el psicólogo Ram Dass, de Harvard, convertido en yogui, y el líder psíquico-espiritual indio Swami Mukta-nanda.)

Para empezar, colóquese confortablemente en la posición que le sea más cómoda. Permanezca sentado y con los ojos abiertos durante unos momentos, sin pensar en nada, y luego ciérrelos. Limítese a estar sentado tranquilamente durante más o menos un minuto, sin pronunciar el mantra. La mayoría de las personas respiran normalmente a una media de aproximadamente dieciséis veces por minuto; por tanto, puede usar su respiración como guía para controlar el tiempo.

Permanezca sentado y cuente dieciséis respiraciones mientras deja que su mente y su sistema nervioso se aquieten.

Entonces diga silenciosamente para sí mismo: «Ram». Puede pronunciarlo a la velocidad que quiera. Probablemente perderá un poco el control. Intente coordinar la palabra con su respiración, y diga «Ram» cuando exhale el aire. Continúe diciendo silenciosamente «Ram» en su mente una y otra vez.

Si su atención se aparta del mantra -lo cual es muy probable que suceda, a menos que posea un control mental realmente extraordinario, no importa. Según la TM, esto forma parte del proceso de meditación. Pero tan pronto se dé cuenta de que ha dejado de pronunciar su mantra, debe volver a él, suavemente y sin esfuerzo. Vuelva a repetir «Ram, Ram, Ram».

Durante el tiempo que su atención se ha apartado del mantra pueden haberle venido a la cabeza toda clase de pen-samientos, sentimientos e imágenes interesantes. Tampoco importa. No intente detenerlos violentamente. Obsérvelo con cuidado, pero de modo informal, sin quedar enredado o ligado a ellos. Quizá contemple una truculenta historia sexual o un drama de aventuras, con usted en el papel estelar, pero cuando advierta que no está diciendo el mantra, deje que estos pensamientos se vayan y empiece a repetirlo de nuevo.

Cuando decida dar por terminada su meditación, deje de decir el mantra y quédese sentado durante cerca de dos minutos con los ojos cerrados. Deje que sus sentidos físicos vuelvan gradualmente a ser ellos mismos. Luego empiece a abrir los ojos lentamente. Emplee los dos minutos para ha-cerlo, si es necesario tomando como medición las respiracio-nes. Esto también forma parte del procedimiento de la TM, y sirve para evitar un shock al sistema nervioso, que permanece ahora en un estado muy sensibilizado y reposado.

Al cabo de los dos minutos de «volver a la superficie», sus ojos estarán completamente abiertos y usted percibirá claramente su entorno. Quizá durante la meditación haya movido un poco el cuerpo, las manos o las piernas no tiene importancia-, pero probablemente se encontrará ahora en una posición relajada que ha mantenido durante cinco o diez minutos, o quizá más.

Estire los brazos, frótese la cara y los ojos, y póngase en movimiento. Se sentirá como si se levantara de la cama después de un sueño reparador, y quizá bostece o suspire profundamente. Pero en unos pocos minutos se encontrará totalmente despierto y lleno de energía.

He aquí una lección gratis de TM. Aquellos que quieran más, pueden encontrar otra en el número de julio/agosto de 1974 de la «Harvard Business Review». En la página 49 hay un artículo titulado Recursos innatos para combatir la tensión, por Herbert Benson, M.D. El doctor es profesor de la Harvard Medical School y fue uno de los primeros que investigaron la TM. Publicó primeramente sus descubrimientos en «Scientific American», en febrero de 1972. Su colaborador en este artículo fue el doctor R. Keith Wallace, actualmente presidente de la Universidad Internacional Maharishi, en Fairfield, Iowa. El doctor Benson es un hombre que conoce la TM.

Lo que hizo en el artículo de la «Harvard Business Re-view» fue adaptar la TM para el uso del público, especialmente para las personas nerviosas que no saben cómo relajarse de modo natural. Estas personas generalmente atraen sobre sí mismas un gran número de dolencias provocadas por la tensión, tales como una alta presión sanguínea (que puede conducir al ataque de corazón), úlceras y jaquecas.

Al examinar varias técnicas para combatir la tensión (TM, yoga, tratamiento abiogenético, relajación progresiva e hipnosis inductora de profunda relajación), el doctor Benson descubrió que todas poseían cuatro elementos básicos comunes para lo que él llama la «provocación de la respuesta de relajación» (ver cuadro en página 26), en otras palabras: cómo relajarse. Estos elementos son: un entorno tranquilo, un símbolo mental, una actitud pasiva y una posición confortable.

El doctor Benson, que ha escrito extensamente sobre este tema en su actual best-seller Relaxation Response, ideó «una técnica simple, mental, no cultural» que utilizó con diversas personas de modo experimental. En esencia, la técnica es como sigue:

1. 1. Escoja un lugar tranquilo y con las menores distracciones posibles.
   2. Use el monosílabo one (pronunciado «uon») como «estímulo mental constante» (o sea, un mantra), sobre el cual se concentra.
   3. Adopte una actitud completamente pasiva, es decir, evite examinar críticamente su situación o intentar forzar una respuesta de relajación. Cualquier pensamiento que le distraiga debe ser ignorado.
   4. Siéntese confortablemente. Afloje toda la ropa que le apriete, quítese los zapatos si lo desea, y apoye los brazos y la cabeza.

Entonces, dice el doctor Benson, proceda como sigue, con los ojos cerrados:

Relaje profundamente todos sus músculos, empezando por los pies y subiendo hasta el rostro (pies, pantorrillas, muslos, abdomen, pecho, hombros, cue-llo, cabeza). Deje que permanezcan profundamente relajados. Respire por la nariz. Sea consciente de su respiración. Mientras respira, diga la palabra «one» para sí mismo, en silencio. O sea: aspire…, espire, con «one». Adentro…, afuera, con «one»..

Continúe esta práctica durante veinte minutos.

Puede abrir los ojos para comprobar el tiempo, pero no use despertador. Cuando termine, permanezca sentado durante varios minutos, primero con los ojos cerrados, después, con los ojos abiertos.

La relajación progresiva de los músculos, desde los dedos de los pies hasta la cabeza no forma parte de TM. El doctor Benson añadió este procedimiento para facilitar la relajación.

Pero el resto es pura TM.

(White, J. (1976, p. 40-45) Qué es TM meditación trascendental