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Chidākāsha: El espacio de la conciencia

Chidakasha. La pantalla mentalChidākāsha es un término que proviene del sánscrito y se utiliza en la filosofía hindú y el yoga para describir un concepto importante relacionado con la conciencia y la mente. Se compone de dos partes: “Chid”, que significa “conciencia” o “conciencia pura”, y “ākāsha”, que se traduce comúnmente como “éter” o “espacio”. En conjunto, Chidākāsha se puede entender como el “espacio de la conciencia” o el “campo de la conciencia”.

Chidākāsha representa un espacio mental o una especie de “pantalla mental” en la que se manifiesta toda la actividad de la mente. Es el lugar donde se encuentran y se entrelazan los tres aspectos principales de la mente: el consciente, el subconsciente y el inconsciente.

Es la pantalla mental asociada a Ajna Chakra y se manifiesta como un espacio oscuro que aparece frente a los ojos cerrados, donde se manifiestan tanto los fenómenos mentales evidentes como los más sutiles.

En este “espacio de la conciencia”, todas nuestras experiencias, pensamientos, emociones y recuerdos encuentran su expresión. Es como una pantalla mental en la que todo lo que experimentamos y almacenamos en nuestra mente toma forma y se hace consciente para nosotros. Es un concepto clave en la comprensión de cómo funciona la mente y cómo se relacionan sus diferentes aspectos.

Meditación en Chidakasha Dharana

Chidakasha. La pantalla mentalLa meditación en Chidakasha se refiere a una práctica de meditación específica que se centra en experimentar y explorar el “espacio de la conciencia” (Chidakasha) dentro de la mente. En esta forma de meditación, el objetivo es dirigir la atención hacia el espacio interior de la mente, donde se cree que reside la conciencia pura y donde se manifiestan los pensamientos y fenómenos mentales.

Este espacio oscuro, aparentemente sin fin, se convierte en el foco de nuestra meditación. Aquí, pueden surgir pensamientos, imágenes o sensaciones, pero nuestra tarea es observarlos sin juzgar ni apegarnos a ellos. Somos como observadores tranquilos que miran una pantalla en blanco, registrando los pensamientos y las experiencias a medida que surgen, pero sin ser arrastrados por ellos.

La práctica de observar el Chidakasha de esta manera puede llevar a una mayor calma mental y equilibrio emocional. A medida que nos volvemos más diestros en la observación desapegada, la mente tiende a volverse más tranquila y clara. Esto puede proporcionar un espacio para una comprensión más profunda de la mente y la conciencia, así como para experimentar un sentido de paz interior y claridad.

Chidakasha Dharana implica simplemente observar un espacio mental oscuro e infinito sin involucrarnos en los pensamientos o experiencias que puedan surgir, lo que puede llevar a una mayor tranquilidad y conciencia.

Como meditamos:

  1. Preparación: Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte en una postura adecuada para la meditación. Cierra los ojos suavemente.
  2. Conciencia del Espacio Interno: Dirige tu atención hacia el espacio detrás de los ojos cerrados, que se considera el Chidakasha. Imagina este espacio como un fondo negro o un espacio infinito.
  3. Observación sin Apego: Mientras mantienes tu enfoque en el Chidakasha, comienza a observar los pensamientos, imágenes, luces, colores o cualquier otro fenómeno que aparezca en ese espacio mental. La clave aquí es observar sin apegarse a los pensamientos ni juzgarlos.
  4. Actitud de Testigo: Adopta una actitud de testigo imparcial. No te identifiques con los pensamientos o las imágenes que surjan. Simplemente obsérvalos como eventos pasajeros en la pantalla de la conciencia.
  5. Profundización de la Conciencia: A medida que avanzas en la meditación, es posible que experimentes estados de conciencia más profundos y tranquilos. Puedes sentir una mayor conexión con la conciencia pura que subyace a todos los pensamientos y fenómenos mentales.
  6. Finalización: Cuando sientas que has tenido suficiente, gradualmente regresa a la conciencia de tu entorno y abre los ojos.

Tómate tu tiempo y recuerda… calma. La meditación en Chidakasha es una práctica avanzada que requiere de tiempo. Su objetivo es ayudarte a experimentar la conciencia pura más allá de la actividad mental. Puede ser una herramienta poderosa para la autorreflexión, la comprensión de la mente y la búsqueda de la realización espiritual principalmente en la tradición del Vedanta y el yoga.

Chidākāsha: El Espacio de la conciencia pura y su importancia en la filosofía hindú y la meditación

  • Conciencia Pura: Chidākāsha representa la conciencia en su estado más puro y fundamental. Es la conciencia sin ninguna actividad mental, pensamientos ni contenidos. Se considera la base subyacente de todas las experiencias mentales y fenoménicas.
  • Espacio Interior: Chidākāsha se asemeja al espacio interior de la mente, donde todas las experiencias, pensamientos, emociones y percepciones tienen lugar. Es un espacio sin forma y sin limitaciones, similar al concepto de “espacio vacío” en la filosofía budista.
  • Meditación: En la práctica de la meditación, se busca experimentar Chidākāsha al alcanzar estados de conciencia profunda y sin distracciones. Esto implica el desapego de los pensamientos y la identificación con la conciencia pura que subyace a todas las actividades mentales.
  • Conciencia Testigo: Chidākāsha está relacionado con la idea de la “conciencia testigo” (sakshi), donde uno aprende a observar sus pensamientos y experiencias sin identificarse con ellos. Esto permite una comprensión más profunda de la naturaleza de la mente y la conciencia.
  • Enseñanzas Filosóficas: Chidākāsha es un concepto fundamental en la filosofía hindú, especialmente en las enseñanzas de Advaita Vedanta y Yoga. Estas tradiciones enfatizan la unidad de la conciencia individual (Atman) con la conciencia universal (Brahman) y cómo Chidākāsha es un puente para comprender esta unidad.

Chidākāsha es un concepto filosófico y espiritual que se refiere a la conciencia pura y el espacio interior de la mente. Es un componente esencial de la práctica espiritual y de meditación en la filosofía hindú y el yoga, y se utiliza para comprender la naturaleza fundamental de la conciencia y su relación con el mundo fenoménico.

Este artículo (traducción automática) del Dr. David Frawley (Vamadeva Shastri) es muy interesante y trata sobre este espacio de conciencia (Chidakasha) desde el punto de vista del Vedanta. El texto explora conceptos fundamentales del Vedanta, como la naturaleza del Ser (Atman), el espacio de la conciencia (Chidakasha), y el camino hacia la realización del Ser a través de la meditación y la autoindagación:

Nuestro verdadero yo como espacio de conciencia (Chidakasha)

Niveles de espacio y conciencia

En Vedanta, el Ser o Atman se define comúnmente como espacio (kham, akasha). Ese espacio (akasha) se define además como bienaventuranza (Ananda). ¿Cuál es la naturaleza de este espacio que es el Ser?

Nuestro Ser interior sostiene el universo entero en el pequeño espacio dentro del corazón espiritual (Hridaya). Este es un espacio de Conciencia (Chidakasha) detrás de toda manifestación en el mundo tiempo-espacio.

Vedanta reconoce la existencia de varios tipos y niveles de espacio. Primero está el espacio material de nuestro mundo físico que es la matriz de los otros elementos de tierra, agua, fuego y aire. Es el espacio externo mensurable en el que determinamos la ubicación y la distancia. Sin embargo, el espacio en sí no tiene forma ni ubicación propia. Los objetos están ubicados en el espacio pero el espacio rodea e impregna todos los objetos. Ubicamos objetos en el espacio en relación con el espacio como distancia.

Sin embargo, todos los objetos constan de varias etapas de densificación o cristalización de las energías del espacio. Tal espacio material no está vacío sino que está compuesto de partículas o átomos, a partir de los cuales se forman los demás elementos más densos. Más allá de esto hay un espacio pránico adicional, el espacio de la energía y la fuerza vital, más sutil que el espacio material, que da vida al universo entero, incluidos nuestros cuerpos físicos.

Más allá de este espacio pránico está el espacio de la mente tanto a nivel individual como cósmico. La mente individual, como el espacio, no tiene forma y contiene pensamientos como varios objetos o energías en el espacio. Todos necesitamos espacio en la mente para comprender las cosas y observarlas correctamente. Podemos observar el espacio entre nuestros pensamientos.

Más allá de este espacio mental está el espacio de la conciencia pura (Chidakasha) que, a diferencia del espacio mental, no tiene pensamientos. El espacio del Atman es puro, inmutable, vacío por así decirlo, a veces llamado el Vacío, Shunya. Contiene todo el universo pero no cambia por los nombres y formas que aparecen dentro de él. Este espacio Átmico tiene una vibración de la cual surge el OM como vibración cósmica creativa. Este espacio Átmico es de naturaleza luminosa (Jyoti). Es autoiluminado y lo revela todo, y la mente refleja una parte de su luz.

Nuestra verdadera naturaleza como espacio

Normalmente no nos experimentamos a nosotros mismos como espacio sino como forma, comenzando por nuestro cuerpo físico que tiene una ubicación y función precisas en el tiempo y el espacio. También nos experimentamos a nosotros mismos como mente o como un conjunto de ideas, conceptos, creencias, opiniones, emociones y recuerdos. Estos también se basan en la forma y están conectados al cuerpo. Entonces tenemos una identidad social enmarcada por nuestras actividades e identidad físicas y mentales.

Sin embargo, tenemos un sentido interno de nuestro Ser como espacio. Queremos ser libres. No queremos ser limitados o confinados, controlados o dominados por otro, o constreñidos en una barrera. Nuestro sentido interno del Yo persiste detrás y más allá de los cambios continuos en el cuerpo y la mente entre el nacimiento y la muerte, la vigilia, el sueño y el sueño profundo.

Si nuestra verdadera naturaleza es como el espacio en este sentido superior, entonces verdaderamente no somos ni cuerpo ni mente. Entonces somos todo y nada, inmensos y omnipresentes. Somos el espacio del Ser (Sat), la existencia fundamental misma, que es Brahman como realidad Trascendente. El espacio es indivisible, indestructible y sin forma, más allá de todas las limitaciones. Este es el Ser del Yoga y del Vedanta cuya naturaleza es el espacio de la Conciencia.

Una vez que podamos desprendernos de nuestros cuerpos y mentes, podremos experimentarnos a nosotros mismos como un Espacio ilimitado, que es también el espacio de Ver y Ser. Esto nos lleva más allá de todas las dualidades e identificaciones a nuestra conexión con todos los seres y con el universo como un todo, que es el espacio de nuestro propio ser interior.

¿Cómo descubrimos nuestro Espacio interior como conciencia y dicha? Ésta es la esencia de la autoindagación y la meditación, observar nuestros cuerpos y nuestra mente desde un lugar de conciencia interior. Moverse hacia el pequeño espacio dentro del corazón, hridaya akasha, es la clave. En el centro de nuestro ser tenemos el universo entero como nuestra propia Automanifestación, en la que se libera todo dolor.

Nuestro verdadero Ser, que es el espacio de la conciencia, está más allá del nacimiento y la muerte, la ubicación y la historia, la cantidad, la medida o cualquier tipo de categoría. Ése es el espacio de Ananda en el que hay paz, felicidad, contentamiento y deleite sin fin y sin división alguna. Una vez que estemos dispuestos a dejar de lado nuestras identificaciones externas, podemos regresar a nuestra verdadera naturaleza como Espacio Infinito y experimentar todo lo que observamos como un reflejo de nuestra propia luz y presencia internas.

Dr. David Frawley (Vamadeva Shastri)

Chidakasha. La pantalla mental

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